Negocio bancario o negociación bancaria, es el negocio que le damos a las diferentes entidades financieras. Existen dos tipos de negociaciones: integrativa (ganar-ganar) y la distributiva (ganar-perder).
La mejor negociación bancaria es la Negociación integrativa porque aquí ambas partes ganan intentando crear una zona de intercambios de concesiones dentro de las posibilidades de ambas partes. La zona de intercambio engloba: Objetivos máximos, Metas realistas y Objetivos mínimos por debajo de los cuales no merece negociar.
Por otro lado, las negociaciones distributivas son aquellas en las que solo una parte alcanza sus objetivos. Con estas se puede conseguir muy buenos resultados pero serán solo a corto plazo, además de que se tendrá un perdedor pero al mismo tiempo un enemigo. En este tipo hay competencias porque solo uno quiere ganar, por lo que se pueden crear conflictos con los demás por querer, muchas veces, ganar a costa de otros.
Un buen negociador tiene muchas características que lo diferencian del negociador agresivo o del mero charlatán:
– Disfruta negociando: no le asusta, la contempla como algo desafiante con lo que se siente cómodo.
– Es entusiasta: aborda la negociación con ilusión y aplica todo su entusiasmo para lograr un buen acuerdo.
– Gran comunicador: presenta su oferta con claridad y consigue captar el interés de la otra parte.
– Es persuasivo: usa con cada interlocutor los argumentos apropiados para convencer.
– Gran observador: sabe detectar el estilo de negociación leyendo el lenguaje no verbal.
– Muy sociable: se le da bien entablar relaciones personales y tiene una conversació animada e interesante.
– Resolutivo: busca resultados a corto plazo pero sin precipitarse.
– Creativo: inventa soluciones para superar los obstáculos.
– Paciente: sabe esperar su momento no precipitándose para cerrar un acuerdo.
