Tecnología e Innovación

Cómo la sinergia entre ERP y CRM puede revolucionar la gestión empresarial

Analizamos el proceso de integración entre ERP y CRM y las acciones y actitudes que ayudan a optimizarla. También te damos consejos.

Trabajadora revisando su tablet

Te explicamos cómo funciona la integración entre ERP y CRM. Además, te ofrecemos consejos de enfoques organizativos para que puedas efectuarla de la forma más sencilla y productiva. 

  • En este artículo conocerás porqué un ERP y un CRM son dos herramientas complementarias.
  • La integración entre ERP y CRM ayuda en la planificación e implementación de medidas y en el control de los resultados.

La integración de ERP y CRM es una iniciativa con sentido que merece ser aprovechada al máximo. Para ello, es conveniente tomar en cuenta que se puede llegar más lejos con ciertos ajustes organizativos. 

De hecho, combinar estas dos herramientas suscita muchos aprendizajes. Hay un mundo de posibilidades y algunas actitudes e iniciativas pueden colocarte en la senda del crecimiento empresarial de la mano de ERP y CRM.

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Aunar ambición y realismo

En los tiempos que corren, poner al cliente en el centro es más una obligación que una buena práctica más. Es prioritario y exige acciones concretas. Hay que seguir el ritmo que te marcan los datos del CRM para diseñar experiencias óptimas y también para poder ajustar precios, productos, acciones publicitarias, distribución…

A partir de ahí, una vez tienes claro cuál es el camino que marcan los clientes, debes realizar acciones en tu negocio:

  • Programar las inversiones que te reclama la atención a tus clientes te exigirá tener claros los flujos de caja previstos y sus calendarios, los riesgos posibles, las fuentes de financiación que vas a emplear…
  • Analizar los recursos humanos que vas a necesitar, con sus perfiles, gestión de nóminas, estudios sobre el rendimiento, etcétera.
  • Planificar los cambios en los procesos de producción, con las entradas y salidas de datos, la organización de tareas, el control posterior de los resultados…
  • Coordinar la logística con los inventarios, elementos de transporte, rutas, procesos de almacenamiento, control de las características del ambiente en el que deben almacenarse las mercancías… 

Ahí es donde entra en juego tu ERP. Va casando las piezas para que los recursos de tu empresa se coloquen en la dirección correcta. Los datos del CRM ayudan a encontrarla orientándose hacia el cliente, pero hay que ser realistas e ir afrontando las tareas de gestión de recursos que se van presentando. 

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El factor humano en la integración de ERP y CRM

Integrar ERP y CRM supone que ambas herramientas ‘hablen’ en un ‘lenguaje’ común. Necesitas que el flujo de datos sea congruente y que los formatos de archivo y procesos de la información encajen. 

De esta forma, es mucho más sencillo que tus empleados comprendan el papel de ambas herramientas. No todos ellos manejarán ERP y CRM, muchos ni siquiera uno de los dos. Sin embargo, han de entender que la flexibilidad es necesaria y tiene un sentido marcado por los datos. Así comprenden que los ajustes frecuentes lo que buscan es adaptarse al cliente. Gracias a ello, mejora la percepción de la empresa y sus productos y está dispuesto a pagar más. Eso genera empleo y mejores condiciones salariales.

Para que todo esto sea posible, es muy importante que los cambios propiciados por la combinación de ERP y CRM sean fluidos. En ese sentido, ayuda mucho que las herramientas sean intuitivas. Deben entenderse como dos buenos compañeros más que guían las decisiones estratégicas y hacen más sencillas acciones cotidianas.

La integración de ERP y CRM debe propiciar un cambio organizativo, cultural y de gestión que oriente a la empresa hacia el crecimiento.

El papel de la automatización de ERP y CRM

Ambas son herramientas guiadas por los datos. Por lo tanto, cuando estos marcan la necesidad, pueden desencadenarse automáticamente determinados procesos. Por ejemplo, piensa en la capacidad del ERP para identificar momentos propicios desde el punto de vista del entorno y los recursos productivos. A partir de ahí, el CRM puede traducir directamente esa señal a acciones concretas que pueden llegar a activarse sin intervención humana si se dan las circunstancias adecuadas. 

Con la automatización de ambas herramientas, hay varias ventajas:

  • Los informes llegan antes y las decisiones comerciales y de gestión de recursos son más rápidas.
  • Se cometen menos errores en la implementación de medidas automáticas y menos aun cuando ambas herramientas están integradas.
  • Las herramientas automáticas pueden ser buenas para descubrir problemas y soluciones que exigen analizar grandes volúmenes de datos.
  • El control de los resultados, en muchos casos, también puede ser inmediato y sucedido por ajustes plasmados en acciones automáticas.

Romper las fronteras entre ERP y CRM

Una cuestión clave en la integración de ERP y CRM es derribar los obstáculos para un flujo compartido de datos e información. Eso supone que el ERP te ayude a introducir los datos sobre clientes en decisiones como, entre otras las que afectan a los siguientes campos:

  • Inversiones. 
  • Financiación. 
  • Planificación. 
  • Control. 
  • Diseño de procesos. 
  • Gestión de personas. 

En todas estas áreas es necesario manejar datos sobre clientes que permitan dimensionar las medidas y establecer un calendario. Al fin y al cabo, las preferencias de los clientes marcan buena parte de las decisiones sobre los recursos que se van a necesitar. 

Igualmente, el CRM ha de ser capaz de recibir el soporte de datos importantes en la relación con los clientes como, entre otros los siguientes:

  • Presupuestos comerciales.
  • Condiciones financieras de las ventas. 
  • Asignación de empleados a tareas comerciales. 
  • Trazabilidad de incidencias en procesos.
  • Disponibilidad de tesorería para poder realizar aprovisionamiento y responder a encargos de clientes.

De hecho, la atención al cliente exige tener un conocimiento profundo del negocio. En el día a día, saber cómo se encuentra tu empresa y su entorno delimita qué acciones comerciales puedes desarrollar. 

En definitiva, la integración de ERP y CRM puede verse como una inversión. Mejora la atención a los clientes y da sentido a las formas de organizar los recursos para lograrlo. Por el camino, tu empresa obtiene aprendizajes importantes que incrementan su conocimiento del negocio.