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Todo lo que debes saber sobre el certificado de retenciones del IRPF

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Te explicamos en qué consiste y cómo interpretar el certificado de retenciones del IRPF. Un documento importante que conviene tener preparado antes de ponerte con la declaración de la renta.

  • El certificado de retenciones ha de enviarse antes del período de declaración.
  • No entregar el certificado de retenciones puede suponer una multa de 150 euros.

El certificado de retenciones del IRPF es un documento con importante trascendencia fiscal. Forma parte de un ciclo completo que debe permitir asegurar al pagador de la renta, al contribuyente y a la Hacienda Pública que las retenciones e ingresos a cuenta están en orden.

Por ello, es importante no solo comprenderlo, sino también ser conscientes de las consecuencias que puede acarrear no gestionar bien su emisión.

Contenido del post

  1. Qué es el certificado de retenciones del IRPF
  2. Contenido del certificado de retenciones
  3. El ciclo del certificado y los modelos de retenciones
  4. Sanciones relacionadas con el certificado de retenciones

1) Qué es el certificado de retenciones del IRPF

Constituye una certificación acreditativa de que el obligado a efectuar una retención o ingreso a cuenta la ha practicado efectivamente. Guarda una íntima relación con los diferentes modelos de declaración informativa sobre retenciones e ingresos a cuenta, de entre los cuales el más conocido de todos es el 190.

Los obligados a presentar certificado de retenciones son los retenedores u obligados a realizar un ingreso a cuenta. Es decir, afecta a pagos tanto dinerarios como en especie. Esta obligación también existe en otros impuestos, como sociedades o no residentes.

En cuanto a las fechas de entrega, debe enviarse antes de que comience el plazo para efectuar la declaración de la renta.

2) Contenido del certificado de retenciones

El contenido del certificado de retenciones está ligado al del modelo de declaración informativa de las retenciones o ingresos a cuenta que certifiquen. No obstante, puede incluir:

  • Nombre y apellidos.
  • Número de identificación fiscal.
  • Renta obtenida, con indicación de la identificación, descripción y naturaleza de los conceptos, ejercicio en que se hubiera devengado. También incluiríamos las rentas no sometidas a retención o ingreso a cuenta por razón de su cuantía, las dietas exceptuadas de gravamen y las rentas exentas.
  • Reducciones aplicadas.
  • Gastos deducibles de los rendimientos del trabajo y del capital mobiliario. No obstante, no se incluyen las cuotas satisfechas a sindicatos y colegios profesionales y los gastos de defensa jurídica que hayan sido deducidos por el pagador de los rendimientos satisfechos.
  • Circunstancias personales y familiares e importe de las reducciones que hayamos tenido en cuenta para aplicar el porcentaje de retención correspondiente.
  • Importe de las pensiones compensatorias entre cónyuges y anualidades por alimentos que se hayan tenido en cuenta para la práctica de las retenciones.
  • Que el cobrador de la renta sujeta a retención nos ha comunicado que realiza aportaciones que den derecho a deducción por inversión en vivienda habitual.
  • Retención practicada o ingreso a cuenta efectuado.
  • Cantidades reintegradas al pagador procedentes de rentas devengadas en ejercicios anteriores.

¡TUITÉALO! ¿Conoces el certificado de retenciones? Te ayudamos a comprender qué es en este artículo.


3) El ciclo del certificado y los modelos de retenciones

Las retenciones tienen un ciclo completo en el que cada elemento cumple su función:

  • En los rendimientos del trabajo, el ciclo comienza con el modelo 145 de comunicación de datos al pagador. Lo recibe la empresa del trabajador para conocer las circunstancias necesarias para efectuar un cálculo correcto.
  • Posteriormente, el pagador de la renta presentará la correspondiente autoliquidación de las retenciones y realizará el ingreso. En el caso de los rendimientos del trabajo, se hará a través del modelo 111, que las grandes empresas presentan mensualmente y otros obligados trimestralmente.
  • Al comienzo del año siguiente, en general a lo largo del mes de enero, se presentan los resúmenes anuales de retenciones. En ellos, se comunica un conjunto de datos que permite comprobar que las retenciones o ingresos a cuenta se han efectuado correctamente. Aunque hay varios modelos, el más destacado es el 190.
  • Antes del inicio del plazo para presentar la declaración, el pagador de la renta debe poner a disposición del cobrador el certificado de retenciones. El contribuyente puede comprobar la información de la que dispone la Administración gracias al borrador o los datos fiscales.
  • Finalmente, el contribuyente presentará la declaración de la renta.

El certificado de retenciones deja constancia de que se está cumpliendo el ciclo de las retenciones y ofrece datos para comprobarlo.

Las misiones del certificado de retenciones del IRPF

El certificado de retenciones, dentro de este ciclo, cumple misiones importantes:

  • El pagador ofrece con él una información clave para que el contribuyente pueda valorar si las retenciones se efectúan correctamente. Si ve un error, puede comunicárselo a su pagador. En la declaración de la renta, es uno de los aspectos que se deben verificar para asegurarnos de que el borrador o los datos fiscales no contienen inexactitudes.
  • A través del certificado de retenciones, el pagador está documentando que ha efectuado el pago. De no ser así, la falsedad podría tener incluso consecuencias penales. Por lo tanto, se articula como un medio de garantía para tratar de evitar retenciones ficticias, que luego no se ingresen en Hacienda.
  • En posibles comprobaciones, sirve para cotejar si su contenido se corresponde a lo reflejado en el resumen anual. Además, esa información debe cuadrar con los modelos de retenciones y con la declaración de la renta.

4) Sanciones relacionadas con el certificado de retenciones

No emitirlo puede conllevar una multa de 150 euros. Su falseamiento puede ser más grave. Los certificados fiscales están excluidos del delito de falsificación de certificados desde 2013. Por tanto, quien falsea un certificado de retenciones podría ser castigado por el delito de falsedad en documento público. Las penas pueden ser de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.

En resumen, el certificado de retenciones es una de las mejores muestras de una buena gestión contable y fiscal.