Qué es una empresa familiar: Ventajas e inconvenientes

Sí. Facebook es una Empresa Familiar, Amazon cómo no, Volkswagen también e Inditex, Acciona, Catalana Occidente… y así hasta el 89% de las empresas de nuestro país y el 80% de las estadounidenses.

Porque, contrariamente a lo que se piensa, las Empresas Familiares no son sólo esas pequeñas pymes que hay en nuestros pueblos, ciudades y polígonos industriales. Son mucho más, porque también lo son las grandes cotizadas cuyos fundadores o descendientes poseen al menos el 20% de las acciones directas o en las que los derechos de votos de éstos son al menos el 20%.

Son, sin duda un contribuidor brutal a la riqueza de los países, siendo, por ejemplo, en el caso español, el principal generador de puestos de trabajo con un 67% del empleo privado de nuestro país y el 57% de PIB privado. Y no es un caso aislado, por ejemplo, en la Unión Europea hay alrededor de 17 millones de Empresas Familiares que generan cien millones de puestos de trabajo.

Empresa Familiar, la gran superviviente de las crisis económicas

Su componente familiar hace que su crecimiento, márgenes y por tanto su rentabilidad sean superiores a lo largo del tiempo. Y todo tiene su razón de ser.

Como decía, su componente familiar, hace que sean menos arriesgadas y, por tanto, su apalancamiento sea menor, algo que las protegió en la última crisis obteniendo mejores cifras de supervivencia que las no familiares. Y reaccionaron muy bien en los años posteriores, reduciendo su deuda más rápido que el resto de las empresas. Al ser familiares piensan a largo plazo, la toma de decisiones tiene en el punto de mira la continuidad siempre basada en sus valores, y por ello, prestan más atención a la I+D que otro tipo de compañías.

¡Comparte el dato! La empresa familiar genera el 67% del empleo privado de nuestro país.

Pero por poner un ‘pero’ tenemos la regla de las tres generaciones. Da igual el país, da igual el idioma, siempre encontraremos un dicho para decir que la tercera generación terminará donde empezó la primera. Obviamente no siempre es así, pero sí es cierto que debemos prestar atención a uno de los principales obstáculos de estas empresas: la sucesión.

El relevo generacional puede hacer tambalear el negocio y no siempre es cuestión de dinero. La parte emocional tiene mucho peso. No hay dos familias iguales. Conocer sus valores es imprescindible si queremos preservar el legado familiar. Ha de imperar la cordura y que el objetivo principal sea garantizar la supervivencia de la empresa. La actitud emprendedora es clave, con el fin de lograr un equilibrio entre exploración para seguir innovando y descubriendo nuevas oportunidades de negocio, y explotación para no perder de vista la generación de ingresos.

Responsabilidad Social Corporativa y Empresa Familiar

Hacer esto correctamente hace que proyecten sus valores y cultura empresarial al resto del equipo, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia de sus miembros y haciendo que las nuevas generaciones tengan un sentido de orgullo por la contribución social de la empresa. Y es que, si os fijáis, las Empresas Familiares ensalzan el cuidado, la lealtad y el compromiso, y de ahí su decidida apuesta por la Responsabilidad Social Corporativa.

De hecho, los sucesores de Empresa Familiar de éxito, las principales cualidades que quieren aprender de sus progenitores son los valores familiares y su mentalidad empresarial. Algo que no se aprende en ningún máster, sólo en la familia.

Por tanto, no podemos perder de vista, con el fin de fortalecer el plan de acción familiar, cinco puntos: el gobierno de la Empresa Familiar, la gestión de la unidad y cohesión de la familia, el desarrollo del liderazgo y la cultura emprendedora, la gestión de los intangibles y la transformación en la empresa.

Ya veis, las Empresas Familiares son, en sí mismas, un valor competitivo y, como diría Manuel Bermejo, uno de los mayores expertos en Empresa Familiar: «cuantas más grandes Empresas Familiares tengamos en el mundo, mejor le irá al mundo».