Estrategia y Gestión

¿Por qué septiembre es un buen mes para empezar con los presupuestos anuales?

Después de poner la contabilidad al día a la vuelta de vacaciones, septiembre es un buen mes para comenzar con los presupuestos anuales.

Sage

Los presupuestos anuales son esenciales para administrar una empresa. Para evitar preocupaciones de última hora a fin de año, es importante comenzar a trabajar en ellos en septiembre y no dejarlos para después.

  • Conoce los pasos clave para crear tus presupuestos y por qué es importante comenzar en septiembre.
  • Estos son los motivos para ponerte manos a la obra con los presupuestos de tu empresa en septiembre.

Con la llegada de septiembre, muchos profesionales de la contabilidad y la administración vuelven al trabajo después de las vacaciones. Lo primero que deben hacer es ponerse al día y abordar el trabajo atrasado con energía renovada gracias al descanso veraniego.

Luego, es crucial empezar a trabajar en los presupuestos anuales de tu empresa. Esto te ayudará a evitar sorpresas desagradables cuando llegue el momento de cerrar el año fiscal.

Los presupuestos anuales son una herramienta esencial para aquellos encargados de gestionar las finanzas de la empresa. No basta con crearlos, también es necesario darles seguimiento, identificar desviaciones y tomar decisiones para mantener el rumbo de la empresa en caso de ser necesario.

¡TUITEALO! ¿Sabías que septiembre es el mes perfecto para comenzar con los presupuestos anuales de tu empresa? Te contamos las 7 razones que lo demuestran.

Cinco pasos para elaborar con éxito los presupuestos anuales de tu empresa

Para elaborar el presupuesto de tu empresa debes dar, por lo menos, los siguientes cinco pasos:

  1. Reflexionar. Hay que reflexionar para definir qué quieres conseguir, tanto a nivel de ventas como de resultados. Esta reflexión tiene que ser realista y fundamentada, ya que “el papel lo aguanta todo”. No podemos, por ejemplo, presupuestar que se duplica la facturación, si la estructura de la empresa no puede soportar ese crecimiento y no se asignan los recursos necesarios.
  2. Planificar. Se deben planificar las operaciones que se van a realizar durante el próximo ejercicio y los objetivos que se desean alcanzar.
  3. Asignar. Una vez definido qué operaciones queremos realizar, tendremos que asignar los recursos necesarios para su realización.
  4. Cuantificar. Debemos de cuantificar en términos monetarios el importe de los recursos que utilizaremos para conseguir los objetivos estratégicos definidos en el presupuesto.
  5. Analizar. Los presupuestos de una empresa nos permitirán responder las siguientes cuestiones, entre otras cosas:
  • ¿Se cumplen las previsiones de ventas?
  • ¿Los gastos de estructura son soportados por estas?
  • ¿Los costes financieros se comen los beneficios?
  • O, bajando más al detalle, ¿un vendedor es o no rentable para la organización?

Además de la contabilidad financiera, para la elaboración y seguimiento de los presupuestos, se puede utilizar la contabilidad analítica, con la que podemos llegar a un grado de detalle y análisis al que no llega la contabilidad financiera.

Siete razones para empezar los presupuestos anuales en septiembre

Septiembre puede ser un buen mes para la realización de los presupuestos anuales, principalmente, por los siguientes motivos:

1. Cuenta atrás para el cierre del ejercicio contable

Desde enero hasta julio todavía se mantienen obligaciones del ejercicio anterior. Agosto es un mes en el que los responsables de la contabilidad suelen cogerse vacaciones y, una vez empezado septiembre, comienza la cuenta atrás para el cierre del ejercicio contable.

2. Que no nos “pille el toro”

La elaboración de los presupuestos debería estar finalizada antes de acabar noviembre. De este modo, se puede utilizar el mes de diciembre para su revisión y presentación a las partes implicadas en su cumplimiento. Por lo tanto, cuanto antes nos pongamos con ellos, menos apurados de tiempo estaremos en noviembre.

3. Datos suficientes

La base de un presupuesto se puede fundamentar, entre otras cosas, en los datos históricos registrados en la contabilidad, los cuales serán el punto de partida para la elaboración del presupuesto. Entrados en septiembre se tienen ya los datos de más de la mitad del ejercicio en curso y el cierre contable del ejercicio anterior.

4. Anticiparse a periodos con más trabajo

Una vez finalizado septiembre, solo quedarán tres meses para finalizar el periodo de cierre contable. Diciembre y enero son los meses de más carga de trabajo. Esto se debe a las obligaciones fiscales y los ajustes contables de cierre de ejercicio. Es por ello por lo que, si no hemos terminado los presupuestos a principios de diciembre, este mes puede ser muy complicado.

5. Mente despejada y pilas cargadas

Los presupuestos requieren reflexión y trabajo. Al volver de vacaciones, con la mente despejada y el cuerpo descansado, puede ser un buen momento para afrontar una tarea que requerirá mucha energía y concentración.

6. Todos en la oficina

La elaboración de los presupuestos requiere de la colaboración de diferentes departamentos y directivos de distintas aéreas. Por lo que es conveniente que se encuentren en la oficina todos los participantes en su redacción.

7. Reflexiones e ideas del periodo vacacional

Mientras muchas personas se desconectan por completo durante las vacaciones, algunos líderes empresariales aprovechan ese tiempo para reflexionar, a menudo mientras disfrutan de la playa, sobre nuevos objetivos para cuando regresen al trabajo.

Así que, septiembre resulta ser un buen momento para empezar a trabajar en los presupuestos del próximo año. Estos presupuestos son como un mapa que ayudará a la empresa a planificar su futuro y los recursos necesarios para alcanzar sus metas. Comienza ahora mismo a seguir los cinco pasos necesarios para crear tus presupuestos anuales.

Nota del editor: Este artículo fue publicado con anterioridad y actualizado a 2023 por su relevancia.