Qué son los activos intangibles y cómo pueden ayudar tu empresa
¿Conoces la importancia de los activos intangibles? Conoce los tipos, sus requisitos y cómo generan valor para una empresa ¡Presta atención!
Los activos intangibles no pueden verse ni tocarse, pero son capaces de generar un enorme valor para las empresas.
- La inversión en activos intangibles conduce a un gasto con retorno a futuro, contribuyendo a la llamada “economía del conocimiento”.
- Conoce qué son y cómo se clasifican en este post, para que puedas detectarlos y sacarles el máximo partido.
El Plan General Contable, un documento que regula la normativa que ha de aplicarse en España en el área de la contabilidad, define al inmovilizado intangible como “activo no monetario sin apariencia física pero susceptible de valoración económica”. Es decir, que a pesar de no tener soporte material, es capaz de generar valor para la empresa.
Pero, ¿qué factores convierten al activo intangible en un valor extra para cualquier empresa? La respuesta reside en dos conceptos clave: innovación y desarrollo interno.
El desarrollo interno y la innovación: claves del intangible
Para entender con más claridad qué es un activo intangible, exponemos los siguientes ejemplos:
- En primer lugar, nos centraremos en soluciones de contabilidad como puede ser el software. Este tipo de programas es una constante entre las pymes, y supone un activo tangible en toda regla: la empresa ha pagado por él, y su instalación y costes derivados se pueden medir monetariamente.
- Pero si está siendo desarrollado internamente, es decir, que gracias a este las gestiones se realizan de manera óptima, generarán valor para la empresa que lo utiliza. Y es dicho valor el que, a largo plazo (aproximadamente en 12 meses) se transforma en intangible.
- El segundo ejemplo va enfocado a la industria textil. El estilo identificable de una marca o la destreza y conocimientos con los que se diseñan y fabrican las prendas suponen una ventaja frente a la competencia. Dicha ventaja es el activo intangible, difícil de evaluar, pero con impacto significativo en la generación de ventas.
Cómo se pueden clasificar los activos intangibles
Son múltiples las definiciones y clasificaciones que se han hecho de los activos intangibles. Pero, en líneas generales, pueden agruparse en tres categorías:
- Derechos. En este punto se encuadran, por ejemplo, los contratos laborales, acuerdos de distribución o de financiación, pactos, licencias, franquicias, etc.
- Relaciones. En estas se encuadran activos como la cualificación del trabajador o las relaciones con clientes y distribuidores. Cuanto más fructíferas sean estas, más valor generarán.
- Propiedad intelectual. Engloba las patentes, derechos de autor, marcas comerciales o un buen conocimiento del negocio.
Requisitos para que un activo sea intangible
Las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) tienen como objetivo la armonización financiera, dentro de la Unión Europea, de las normas contables entre las empresas que actúan en un mismo mercado.
La NIC número 38, concretamente, describe una serie de requisitos que todo activo intangible ha de cumplir:
1. Debe ser identificable
Un activo intangible debe ser identificable, y, como consecuencia, separable. Es decir, que debe poder ser vendido, cedido, dado en explotación, arrendado o intercambiado por parte de la empresa, por ejemplo, a través de un contrato.
2. Debe poder controlarse
Una entidad controlará un activo siempre que tenga el poder de obtener beneficios económicos futuros que procedan de este. Esta capacidad de control de la entidad su justificación, normalmente, en derechos de tipo legal (por ejemplo, mediante patentes y demás recursos exigibles ante los tribunales). En ausencia de tales derechos es más difícil demostrar que existe control. No obstante, una nueva creación no patentada puede ser controlada por la empresa si se mantiene en secreto.
3. Debe generar beneficio económico
Un activo intangible, necesariamente, debe producir beneficios económicos. Por ejemplo, la empresa que consigue mejorar la formación de un empleado conseguirá beneficios económicos en el futuro. Pero existen otros muchos, como los ingresos ordinarios procedentes de la venta de un producto o el ahorro en costes.
¿Cómo ayudan los activos intangibles a una empresa?
Detectar un activo intangible no es fácil, pero los beneficios que conlleva para una empresa son muy concretos. Destacamos los siguientes:
1. Incremento de las ventas
Los activos intangibles permiten abrir nuevas líneas de negocio. Un buen ejemplo de ello son las patentes.
2. Aumento de la productividad
También permiten incrementar la producción con los recursos tangibles disponibles. Es el caso de una empresa bien organizada: esta podrá producir más con los mismos recursos que otra con una organización menos adecuada. Además, los intangibles impactan directamente en la productividad por trabajador, pero también de forma indirecta, a través del contagio de conocimientos, también conocido como spillover.
Una buena marca puede hacer que los clientes estén dispuestos a pagar más.
3. Reducción de costes
Una buena gestión permite reducir los costes de producción. Por ejemplo, el know-how de un trabajador permite realizar labores bien ejecutadas y a corto plazo. Sin él, serían abordables a largo plazo y con mayores costes.
- Ingresos extra por ventas y cesiones de derechos
¿Te suena el término royalty? También conocidos como regalías, los royalties suponen ingresos que muchas entidades consiguen a través de la cesión de derechos de uso de intangibles. Un ejemplo es la cesión de patentes o derechos de autor.
- Beneficios derivados de operaciones entre empresas
Los negocios conjuntos, la celebración de contratos de colaboración entre entidades o la adquisición de una empresa son operaciones que también generan activos intangibles.
Aquí entra en juego el fondo de comercio, un intangible clave para determinar el coste de la adquisición de una entidad y se define como la capacidad de generar beneficios futuros a través, por ejemplo, del valor de patentes o la fidelidad de los clientes.
Los acuerdos de colaboración entre empresas también se ven muy influidos por los intangibles. Las franquicias son un ejemplo, donde se ceden determinados intangibles como el know-how.
El intangible: un motor en la economía mundial
Actualmente, los activos intangibles tienen más presencia que nunca en el mercado internacional y su estudio ha generado, en las últimas décadas, ríos de tinta por parte de entidades en todo el mundo que emiten informes con regularidad. De los estudios más recientes se extraen las siguientes conclusiones:
- Los activos intangibles hoy suponen una participación mayor de la actividad económica agregada en EE.UU que, en Europa, pero en países como Suecia se invierte en intangible más que en EE.UU.
- En la era de los datos, recursos como el software, el big data o el I+D (este último de incorporación más reciente) figuran como activos intangibles en las cuentas nacionales de las últimas décadas.
- En los focos geográficos de mayor innovación se concentra el empleo de mayor cualificación y salario.
- Los activos intangibles parecen estar sustituyendo la mano de obra global, y aquellos con un nivel de cualificaciones bajo serán los más afectados.
- La inversión en tangibles cayó en picado durante la Gran Recesión de 2008 y apenas se ha recuperado, mientras que la inversión en intangibles se ha mantenido más estable.
Y recuerda que si quieres invertir en activos intangibles para generar valor dentro de tu empresa, un software de gestión te ayudará en esta tarea.