Finanzas

Los empresarios se sinceran: ¿Qué es lo peor de ser autónomo en España?

Descubre en este artículo cuáles son las desventajas de ser autónomo en España y cómo la tecnología ayuda a hacer el camino más fácil.

Sage

Descubre en este artículo cuáles son las desventajas de ser autónomo en España y por dónde pasan las soluciones.

  • Impuestos y cobros a clientes centran los desvelos de los autónomos españoles. 
  • La digitalización supone la mayor ayuda para que un autónomo pueda poner a poner orden en su día a día. 

Uno de los temas que se trató en el último roadshow «Impulsando tu negocio», evento dirigido a pequeños empresarios y autónomos de todo el país, fueron las desventajas de ser autónomo en España. Durante el mismo, Sage preguntó a los asistentes para conocer, de primera mano, sus respuestas.  

Los impuestos o cómo cobrar a los clientes fueron algunas de ellas que, seguro que, si eres autónomo, te sonarán familiares. 

En general, las respuestas fueron bastante semejantes, con pequeños matices, a lo largo de las diferentes ciudades. Y es que cada negocio tiene sus problemas, pero hay retos compartidos.  

Las principales desventajas de ser autónomo en España 

Todos los autónomos tienen algo de acróbatas. Se preocupan por coordinar todos sus actos con el máximo equilibrio, agilidad y flexibilidad. Y, por ello, tienen algunas preocupaciones comunes, dos en especial.  

Los impuestos 

Son el primer quebradero de cabeza en Barcelona, Valencia, Málaga, Vigo y Oviedo y el segundo en Madrid. Se entiende fácilmente si piensas en la ‘lista de deberes’ que los impuestos ponen a los emprendedores

  • La planificación fiscal reclama una atención meticulosa a las expectativas. Cada alternativa de acción puede tener consecuencias distintas en función no solo de los impuestos, sino también del entorno. Además, debes anticiparte a las reformas fiscales para favorecer la flexibilidad del negocio. 
  • Los impuestos son una importante fuente de dudas jurídicas. Aclararlas, muchas veces, puede requerir años de consultas y recursos administrativos y judiciales. Mientras, el emprendedor debe prepararse para cualquier respuesta y ha de comprender las implicaciones financieras, comerciales, organizativas, etcétera de cada una de ellas. 
  • Los impuestos no solo son una cuestión de cuotas a pagar, sino también de relaciones. Los tuyos afectan a aquellos con los que te relacionas y los de estos te afectan a ti. Más allá de lo que dicen los textos normativos, pueden trasladarse a lo largo de una cadena por la vía de los cambios en los precios.   

Cobrar a los clientes 

Esta fue la primera preocupación detectada en Madrid y Bilbao y la segunda en Barcelona y Valencia. No es de extrañar, ya que es como un gigantesco puzle donde hay que dar respuesta, de forma coherente, a varias tareas complicadas

  • Estudiar los perfiles de riesgo de impago. Esto hay que hacerlo antes de concretar una operación, pero también hay que hacer un seguimiento posterior hasta el cobro. 
  • Analizar los plazos de cobro, los acordados y los que se producen de forma efectiva. El objetivo es hacer las previsiones correctas para gestionar la tesorería. 
  • Fidelizar a los clientes. Una mala experiencia de pago puede hacer que no vuelvan. 
  • Organizar los medios materiales y canales de cobro. Pueden intervenir monedas, billetes, cajas registradoras, distintos formatos de TPV físicos, pasarelas de pagos online, cuentas bancarias, efectos comerciales, etcétera. Cada uno tiene sus procedimientos y seguimientos. 
  • Garantizar la trazabilidad de los cobros y su control contable. Además, hoy en día, hay requisitos especiales en materias como la prevención del fraude o la protección de datos. 
  • Planificar contratos y acciones jurídicas. Muchas veces es necesario negociar cláusulas especiales y garantías personales o reales. También pueden requerirse servicios financieros para el cobro, como el factoring, por ejemplo. Por desgracia, a veces, hay que acudir a juicios y concursos de acreedores. 

Los impuestos y las dificultades del cobro a los clientes son percibidas como las dos grandes desventajas de ser autónomo por muchos emprendedores españoles. 

Las otras inquietudes habituales de los emprendedores 

Otras preocupaciones son habituales entre los autónomos. E, igual que en los casos anteriores, obligan a hacer las veces de equilibrista y a valorar muy bien todas las repercusiones: 
 

  • Saber si se gana o si se pierde. El resultado contable muestra solo una parte de los beneficios y costes. Hay que comprender las repercusiones sociales, ambientales y el impacto del negocio en la propia vida del emprendedor y su familia y allegados. Además, existen muchas cifras y criterios tanto contables como financieros para analizar la rentabilidad de la actividad. 
  • La facturación. En pocos años, han surgido proyectos normativos desafiantes, como el SII, el Ticket BAI vasco, el esperado VERI*FACTU o la progresiva generalización de la factura electrónica. Muchos no son, aún, obligatorios para todos, pero hay que ir preparándose. Marcar el ritmo y procedimientos para la digitalización de las facturas exige conocimiento y equilibrio organizativo. 
  • La cuota de autónomos. Siempre ha colocado al autónomo frente a frente con su futuro y con las modalidades de previsión. El nuevo sistema de cotización marca un cambio importante y hay que asimilarlo para tomar las mejores decisiones empresariales. 

¿Y si las desventajas de ser autónomo en España tuvieran arreglo? 

Como ves, emprender implica estar constantemente respondiendo a la complejidad. Eso, que puede parecer una desventaja, se convierte en una satisfacción cuando se encuentran respuestas. 

Hoy en día, lo más probable es que las soluciones vengan de la mano de los datos y la tecnología. Son los que te permiten analizar todas las aristas de tus decisiones y visualizar las consecuencias desde distintos planos. Gracias a las soluciones de gestión modernas, como las que ofrece Sage, ese poliedro con tantas caras va cobrando sentido en la cabeza del emprendedor. Se busca hacer compatibles varios objetivos

  • Automatizar todo lo posible para que te centres en lo más importante. 
  • Dar coherencia a los sistemas de información para que no se te escape ninguna oportunidad o amenaza. 
  • Ofrecer una visión sintética e intuitiva que favorezca la toma consciente e informada de decisiones. 
  • Garantizar el cumplimiento de normas y compromisos

Y, ¡no lo dudes!, la respuesta más actual es la colaboración. Las herramientas en la nube facilitan el acceso a distintos departamentos. Y las comunidades digitales, como Sage Conecta, favorecen encontrar e incorporar al experto externo que necesitas para cada aspecto de tu proyecto.